martes, 4 de septiembre de 2012

La blanchisseuse, Henri de Toulouse-Lautrec, 1884

No, por supuesto no todo es amor.

Ni los abrazos largos ni los paseos en bicicleta ni manchar un lienzo nuevo, ni siquiera compartir un barco de sushi. Lo importante, queridos míos, lo más importante es la economía, los bancos que no sirven para sentarse y aquellos que dicen que gobiernan. Tu mundo gira al rededor de ellos. Desayunas un artículo recién salido del horno sobre la subida del iva, y recibes las buenas noches por parte de un nuevo presentador de telediario. Sueñas con malas noticias o noticias malas. Y en las reuniones todo el mundo habla sobre la madre de un señor de cuyo nombre no quiero acordarme. Es tan difícil escapar. Si tienes suerte encontrarás tiempo para leer un libro, siempre que las redes sociales o tu móvil te lo permitan. Sin embargo, esa sensación, ese vacío que no se llena ni con cerveza de barril, esa sensación te va a acompañar durante no-sé-cuanto-tiempo. Siento ser yo quien te lo diga. Irá contigo de la mano a algún concierto y se sentará a tu lado en el cine. 




Sólo comprendiendo mis palabras te darás cuenta de que después de intentar hacer tu propia versión de Lautrec sin éxito sólo te queda recorrer la ciudad en bici para estar con un amigo y quizás pedir sushi para cenar.

6 comentarios:

  1. Es difícil escapar si, pero se puede. Yo lo he comprobado ;)

    A ver si publicas más, desparecida…

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  2. Un día pediremos para cenar, eh mamimi? (tú iras por el en tu bicicleta que yo no controlo las distancias xDD) y entonces... arreglaremos este bendito mundo.

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  3. Me ha encantado esta entrada. Genial.

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